jueves, 18 de julio de 2013

Jorge Herrera Caldera; elecciones sangrientas, comicios de Estado


 
Estamos regresando al fascismo, al nazismo, a la época de los cristeros: diputado del PRI, Enrique Benítez Ojeda

* Secuestros, asesinatos, balazos, uso de dinero ilegal el sello del proceso de votación 2013
Juan Monrreal López
Julio 17 del 2013
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Gómez Palacio, Durango.- Jorge Herrera Caldera, gobernador de Durango, se descubre contento; con el espíritu exultado; satisfecho por haber arrinconado a la oposición tan sólo en algunas alcaldías; por conducir “un carro completo” atiborrado de diputados priistas electos, sin más preparación legislativa que ponerse bajo su tutela de manera absoluta, algo que no pudo realizar su mentor, el malhadado ex gobernador y senador de la República, Ismael Alfredo Hernández Deras.

Con perennes jaeces oscuros y la casi sempiterna corbata roja, en su oficina Jorge Herrera Caldera, se regodea, despacha con muecas inflexibles que dificultan encontrar  en su faz lo más parecido a una sonrisa.

“Salió todo bien”, le ha dicho Jorge Herrera, al orgullo de su nepotismo, al primo titiritero Rafael Herrera Piedra frente a sujetos incondicionales.

Herrera Piedra, operó el tinglado electoral,- desde los Consejeros Electorales del Instituto Estatal de Participación Ciudadana (IEPCD), a su presidente Javier Mier Mier-, hasta las “Casas de Apadrinamiento” de los seccionales de votación, endilgados a funcionarios federales, estatales y municipales que en el ayuntamiento de Gómez Palacio manipuló el indiciado,- con todo y ficha penal en el desparecido CERESO Número  2-, Francisco de Santiago Campos “El Tachis”, quien se arratonó en una vivienda de la colonia Las Rosas para conspirar contra el voto ciudadano.

Rafael Herrera, también condujo “el cuarto de guerra”, donde se concentraron, computadoras, listas de ciudadanos promovidos,- voto contratado, por los priistas-, padrones de votación expurgados,-amedrentar, cooptar, comprar, al precio que sea a votantes identificados como enemigos-, todo bajo supervisión personal del pariente del gobernador, en coordinación con el mapache ex sub secretario de Gobierno en La Laguna, Mario Alberto Saucedo Reina, entre otros.

“Salió todo bien”, repite pausado el gobernador y Archicofrade de Durango, a quien también es su concuñado, mientras se acaricia las manos, quizá pensando en “lo lejos que han llegado” después de jurarse en aquella reunión de la colonia Tierra Blanca, revertir la pobreza en que vivían a principio de los años 70; el ganar una pequeña “porción del poder de los hombres, y ponerlo al servicio del Señor de los Cielos”; el fin ha justificado los medios, se dice para sí, el habitante del Palacio de Zambrano.

Durante el proceso electoral, Rafael Herrera Piedra, notificó, a su socio, concuño, primo y jefe, el paso a paso del uso del dinero ilegal empleado para cambiar monedas por votos, pachocha que movió vehículos particulares de militantes del PRI y partidos afines con dinero público; comunicó al Guardián del Santo Solio, de los utilitarios repartidos para sembrar cercanías ficticias con los electores, a quienes el 7 de julio se les compensó con 500 pesos por sufragio más una despensa de medios kilos,- arroz, frijol, aceite, pastas, azúcar-, destinada a refrendar el delito con que se emplearon recursos económicos, materiales y humanos en la elección de Estado del 7 de julio pasado en una operación que rebasó con creces el escándalo de las 100 mil toneladas de cemento desviadas de su fin original marcado por la Congregación Mariana Trinitaria, y que fueron usadas por el gobierno de Ismael Hernández Deras, en el proceso electoral del 2010.

Allí, entre primos, rodeados por vetustos muebles, festinan la cruzada de los sufragios, emprendida por ellos en cada rincón de Durango; regocijados celebran la campaña electoral 2013 que ha dejado el “carro completo” de las curules de mayoría; el rescate de presidencias municipales ganadas con la fe,-de la ilegalidad como eje central-, priista; el mantenimiento de los Ayuntamientos atalaya como Durango, Gómez Palacio, y Lerdo,  todo exhibido en marquesinas iluminadas, brillantes,- al máximo para cegar-, con el entreguismo de la mayoría de los medios de comunicación duranguenses, alistados para repetir en el radio, la televisión, en la letra impresa, los boletines del PRI aliñados con cocos, chayotes, embutes, de cuadros, de moches respectivos, para sólo hablar, encuadrar e imprimir, la visión del que paga…eso sí, con dinero público.

 

Elecciones sangrientas

 

El 7 de julio a las 20 horas, sentimientos encontrados enfebrecían a Jorge Herrera Caldera.

Aunque contaba con encuestas de salida de las casillas de votación, desde temprana hora ansiaba confirmar con embarres de legalidad los resultados que él ya sabía desde temprano; por ello le urgía que el PREP del IEPCD comenzara a correr en las pantallas bajo el control total de su autoridad en confabulación con la empresa PROISI S.A de C.V. a la que reiteradamente el sistema computacional se le cayó.

El triunfo de su fe partidista necesitaba ver en las pantallas que él había recuperado el poder perdido en las elecciones estatales del año 2010, espacio en que Ismael Hernández Deras, le pagó con la gubernatura después de haber ocultado el endeudamiento ilegal desde la Tesorería estatal dejado por el ex gobernador Ángel Sergio Guerrero Mier; los créditos ilegales conseguidos para cubrir gasto corriente, más las deudas disfrazadas con artilugios como el caso de los PIPS.

Lo que en la pantalla del PREP nunca apareció fueron los 2 asesinatos cometidos contra dos aspirantes,-un precandidato y un candidato-, después de haber sido levantados para después ser tirados en baldíos, que el gobierno a través de la Procuradora de Justicia Sonia Yadira de la Garza Fragoso y la Iglesia Católica en voz de su Arzobispo,-ultra conservador y detective-, Héctor González Martínez,  inmediatamente ligaron con el narco.

En las computaciones del Archicofrade de Durango,- “quien ha unido el reino de Dios con el poder institucional de los hombre” -, Jorge Herrera, nunca apareció el nombre de Mario Landeros, a quienes los priistas definieron “candidato natural” a la alcaldía de ciudad Lerdo; Landeros fue secuestrado en febrero, para después aparecer ultimado.

Tampoco surgió la nombradía de Ricardo Reyes Zamudio, el candidato del Movimiento Ciudadano a la alcaldía serrana de San Dimas,  levantado el 1 de julio después de presentarse  a un sepelio.

 Luego, ese mismo día, fue encontrado muerto a tiros.

La sangre de los extintos por la violencia no salpicó la pantalla que Herrera Caldera veía; como nunca le preocupó la desaparición del  diputado electo de la coalición “Durango Nos Une”, Alfonso Peña Peña, en julio del 2010.

Un  año después, al legislador se le encontró en una narcofosa.

En 2010, Jorge Herrera Caldera se apropió de la gubernatura de Durango, usando una elección plagada de irregularidades.

Amenazas, balazos, robo de urnas, secuestros, asesinatos, compra de votos, todos fueron dispositivos esenciales de aquella tramoya democrática.

 

La batalla electoral del (Mon)señor Jorge Herrera Caldera

 

Con casi tres años en la gubernatura, para Herrera Caldera ha sido difícil construir un equipo propio de fieles hacia el herrerismo.

De perfil político nimio; de carrera vertiginosa en la política, con una sobre carga de funcionarios ismaelistas heredados, el mustio  perfil del gobernador dificultó incluso su destape, como candidato.

La imposición, como aspirante en el 2010, se tuvo que hacer en el Palenque de la Feria de Gómez Palacio.

Concentradas en las instalaciones del coso, poco más de dos mil personas vitorearon al ex alcalde y entonces diputado federal Ricardo Rebollo Mendoza, creyendo que él era elegido.

Los asistentes al evento se preguntaban unos a otros ¿y ése quién es? Refiriéndose a quien ganaría los comicios a fuerza montar una la elección de Estado que Ismael Hernández Deras diseñó asesorado por el entonces representante del CEN del PRI, Jorge Meade Ocaranza, hoy delegado de SEDESOL en el estado de Morelos.

Por eso, con tiempo, con los aparatos del gobierno a su disposición, Jorge Herrera Caldera, confió a su primo, concuño y asesor, Rafael Herrera Piedra, ablandar grupos rivales, ensamblar leyes, organismos, funcionarios, recursos materiales, económicos, financieros, “de los tres niveles de gobierno”, todo enfocado a ganar la elección de Estado, “costara lo que costara”.

La operación inicial del montaje, fue ablandar al grupo político gómezpalatino, Carlos Herrera. Primero cerraron las puertas a la candidatura de Gómez Palacio, al diputado local Sergio Uribe Rodríguez. Enseguida metieron a la cárcel por 21 días, al ex alcalde, ex diputado local y ex presidente del Congreso de Durango, el Notario Público, Octaviano Rendón Arce y los dirigentes campesinos, Javier Cochado, así como al ex diputado local, Hipólito Pasillas.

Después, la operación del montaje electivo fue legislar y colocar a funcionarios desvergonzados en los órganos electorales prestos a arrastrar su nombre.

Las leyes electorales fueron tan absurdas que el Instituto Estatal y de Participación Ciudadana de Durango (IEPCD), prohibió los debates entre candidatos.

Siguió la burla y la manipulación; la marcha de la elección de Estado.

Las boletas electorales se imprimieron conteniendo nombres de partidos que ni siquiera participaban con candidatos. Tal fue el caso del PT,  al que se boicoteó con argumentos leguleyos la coalición con el PAN.

PT y PAN decidieron participar en el proceso electoral en una alianza de facto, usando el logotipo de Acción Nacional, pero en una “jugada maestra” de los concuños y socios, Herrera Caldera y Herrera Piedra, ordenaron imprimir en las cédulas de votación el logo del PT en todos los municipios aun cuando los petistas no registraron candidatos propios.

“La intención era confundir al electorado, anular la mayor cantidad de votos posibles de ese pacto de partidos, y sí, la idea funcionó”.

Los votos nulos crecieron por doquier, pero la idea era que su número se incrementara en los municipios donde la oposición es fuerte como en Gómez Palacio, objetivo que lograron.

Tan sólo en ese municipio, los votos nulos entre las elecciones del 2010 y 2013, se elevaron de 2 mil 669 sufragios a 4 mil 480, es decir, 68 por ciento más que la elección inmediata anterior. 

Los votos nulos en este 2013, son un número mayor a la diferencia entre los candidatos del PRI y el PAN.

Por eso, “las felicitaciones entre los concuños fueron efusivas”.

Luego se avanzó en la negociación con los partidos morrallas afines, Partido Verde, Nueva Alianza y Partido Duranguense, que básicamente “recibieron una lanita” declaró el diputado local priista Enrique Benítez Ojeda.

Entonces se negoció en los sótanos de la política con los “partidos opositores”, aprovechando los egos y ambiciones de los dirigentes partidistas.

El asunto era dividir, concertar y ceder,  ó, someter.

Sí en 2010, el Partido del Trabajo favoreció al triunfo de Herrera Caldera; en 2013, este papel lo jugó el llamado Movimiento Ciudadano y el PRD.

Los votos separados de estos partidos, facilitó el triunfo del PRI en la ciudad capital y Gómez Palacio.

Después, como parte de la estrategia de las elecciones de Estado, se armó otro artilugio; el IEPCD autorizó un presupuesto electoral exorbitante. La intención era cubrir con mamparas los excesivos gastos que el PRI iba a realizar durante la campaña.

La cuenta de gastos electorales legales manejado por el IEPCD, llegó a 214 millones 74 mil 777 pesos, el monto global más alto de los 14 estados que celebraron comicios.

El padrón electoral de Durango es de 1 millón 183 mil electores.

En síntesis, la entidad acaparó el voto nominal y sufragado más caro del país.

Para darse una idea del despilfarro electoral, el IEPCD ejerció 70 millones 654 mil 975 pesos más que los destinados a la construcción de vías de comunicación durante todo este 2013; 143 millones 419 mil 802 pesos.

Con todo esta pantalla, entonces los concuñados, los dos Archicofrades de Durango más importantes del momento, usaron en la Ciudad de Durango, a personajes como Carlos Medina Alemán quien en rueda de prensa se presentó como un brazo independiente del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) para alabar al gobierno de Herrera Caldera y agradecerle la atención que recibe incluso de parte del hermano del gobernador, el iletrado, Antonio Herrera Caldera, rector de facto de la Universidad Benito Juárez de Durango (UJED) y director general del Grupo Empresarial NAHEL.

Sin embargo,  eso no fue todo.

Desesperados por el crecimiento de la campaña de Augusto Ávalos Longoria, candidato del PAN a la presidencia municipal de Gómez Palacio, los primos cofrades idearon desplegados de apoyo firmados por militantes panistas hacia el anodino, ignorante e ímprobo candidato del PRI, José Miguel Campillo Carrete.

También contrataron a personas de baja laya como Dagoberto Dávila, asumido como panista, para que realizara declaraciones a favor del candidato del PRI, Miguel Campillo Carrete.

El caso es que mientras se acercaba el día de la votación, el clima electoral enrareció las relaciones entre vecinos.

Y mientras esto sucedía en las calles; las oficinas de las delegaciones federales,-principalmente SEDESOL-, estatales,-SEDESOE-, y municipales, engrosaban el número de personal;  la nómina que proveía de promotores del voto priista con todos los gastos cubiertos, aumentaba desmesuradamente; teléfonos celulares, gasolinas, utilitarios, dinero para “operar” de los contratados estaban seguros; nada les faltaba pues.

Fue tan descarada la hinchazón de las nóminas de SEDESOL, que el día 8 de julio, un día después del proceso electoral, la sub Delegación de Gómez Palacio, despidió al menos 15 personas del departamento encargado del Programa 65 y más, sin indemnización alguna.

La sub Delegación a cargo de Carlos Sonora Martínez,-denunciado ante la PGR por secuestro por el director de Demócrata Norte de México-, entregó apoyos en especie, promovió y coordinó al menos 30 personas que toda la campaña hicieron proselitismo a favor del candidato del PRI José Miguel Campillo Carrete, “porque mi gobernador así me lo pidió” gritaba Carlos Sonora, según dijeron los despedidos a este medio.

 

Herrera Caldera, la Cruzada de los sufragios en La Laguna de Durango

 

El silencio, la evasión, el ocultamiento y la ilegalidad han sido el distintivo de la forma de gobernar de Jorge Herrera Caldera, esa es “la mejor forma de gobernar”, además de no exponerse públicamente, le han dicho sus asesores.

Por ello, los temas álgidos del gobierno y la entidad, son tratados con efugio. Con “apoyo de los medios, para velarlos, sin escatimar gastos”.

Así, la escapada de casi 3 semanas de permanencia en La Laguna para coordinar los actos proselitistas y promoción del candidato José Miguel Campillo Carrete, se silenció en los medios de comunicación.

Durante ese tiempo, Jorge Herrera Caldera se convirtió en parte de la estadística de cuartos de hotel ocupados en Torreón, Coahuila.

“Desde Torreón, ordenó inyectar todo el dinero  necesario para que la campaña de José Miguel Campillo Carrete, no se fuera a pique. El efectivo fluyó con facilidad en las caras madrigueras que se instalaron en las colonias Las Rosas, El Campestre. Por ejemplo; bastaba que te presentaras a la casa operadora a cargo del Tachis, Francisco de Santiago Campos, y los gastos operativos se te entregaban. Lo mismo sucedió en los otros centros de operación”.

El asunto es que la cruzada de los sufragios liderada por Jorge Herrera Caldera, fueron votos terrenos, no santificados, pero finalmente consagrados a “ponerlos al servicio del Señor de los Cielos, para que el poder de los hombres hable de la gloria de Dios”, según habló Herrera Caldera con sus hermanos los Archicofrades de Durango, quienes por cierto, adoran y se declaran guardianes del Santo Solio; el Trono del poder.

 

Los Costos de la campaña priista en Gómez Palacio

 

Imponer a un candidato anodino, ignorante e ímprobo como José Miguel Campillo Carrete, en la presidencia municipal de Gómez Palacio, salió caro.

De acuerdo a estimaciones de los propios priistas, se gastaron al menos 40 millones de pesos. Otros estiman que el voto priista habría costado cerca de mil pesos, algo así como 50 millones de pesos por toda la elección.

Sea como fuera que fuese el dispendio no se pudo ocultar. De hacerse un cálculo, el uso de utilitarios, automóviles, celulares, reparto de dinero a los operadores de seccionales, el pago por el voto alquilado, propaganda hasta en la sopa, arrojaría cifras similares.

 

Comicios  de Estado

 

“Pudimos con esos gastos y más, si hubieran sido necesarios. No nos íbamos a detener y entregar Gómez Palacio y el estado”, dijo soberbio a subalternos Rafael Herrera Piedra, uno de los poderes fácticos del actual gobierno duranguense.

Rafael Herrera Piedra, es dueño de la agencia de información “Análisis Político” y pese a no contar con nombramiento oficial alguno en el gobierno de Durango,-salvo el considerarse asesor de estrategia y medios de su primo, concuño, socio y hermano de cofradía-, el gobernador Jorge Herrera Caldera, ha dispuesto que de facto ejerza la operatividad política de asuntos cruciales para la entidad, convirtiéndose en los hechos en un vice gobernador.

El 30 de mayo del 2011, la casa de Rafael Herrera Piedra, fue cateada por la Policía Federal buscando armas. Del incidente sólo dijo que la revolcada a su casa “fue producto de una llamada anónima”.

Los excesos de Herrera Piedra, son tantos, que el diputado local priista Luis Enrique Benítez Ojeda, dijo ante micrófonos, “los que no piensan igual que el gobernador les espera la cárcel”.

El enrarecimiento del proceso electoral es culpa de Rafael Herrera Piedra, “es el enlace (entre el gobernador y las instituciones), el que baja las instrucciones; yo le digo don Corleone, porque así se dice en la mafia, (el gobernador)… tiene a su Corleone, que es el que mueve todo”.

Siguió:

(Los Primos) “han arreglado todo y han comprado magistrados, dado línea y han ido a México y a Guadalajara y a todos lados y claro,- yo lo entiendo tengo muchos años en esto-, y sé cómo se las gasta el PRI, pero ahora estamos peor que en los ochentas. En los ochenta había fraude electoral, en los ochentas se robaban las urnas y se tachaban las boletas y se hacían todo tipo de fraude, pero hoy las instituciones (electorales) que entonces no había, están al servicio de las instituciones del gobierno”. Toda una elección de Estado.

“Lo de (Octaviano) Rendón debe de ser algo que nos debe apanicar a todos, ó sea; tu columnista, tú medio, tú político, tú empresario, tú profesionista, te sales del guacal y así te va. Nadie dice nada, todos tienen miedo: Los medios callan, les interesa más la lana a los dueños. Los empresarios, cooptados... los profesionistas... los estudiantes, todos andan allí, arreglados.

En el proceso electoral… “andan los funcionarios metidos, hay recursos públicos, en horas de trabajo, están obligando a los funcionarios a hacer redes, a hacer reuniones para los candidatos a fuerza, y si no, los corren”.

También dijo que “A mí no me van a contar, tengo 27 años en esto, sé cómo se las gasta mi partido, sé lo que han hecho, lo que hemos hecho... pero hoy hay excesos, el PRI  no necesita todo eso”.

Y remató:

“Estamos regresando al fascismo, al nazismo, a la época de los cristeros”, en clara referencia a los Archicofrades de Durango, organismo confesional ultraconservador filial del Yunque, al que pertenecen los primos Jorge Herrera Caldera y Rafael Herrera Piedra.


twitter@jmonrreall

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