Han pasado casi ocho años desde que Luis Felipe Bravo Mena dejó la dirigencia del Partido Acción Nacional (PAN).
Uno de los panistas más reconocidos hace un balance de su instituto político después de perder la Presidencia de la República y asegura que el blanquiazul, en los últimos tiempos, se convirtió en un "PRI mal hecho".
Bravo Mena se encuentra relajado, pero al recordar la pasada campaña presidencial panista, su rostro se enrojece, levanta el puño derecho y suelta que a Josefina Vázquez Mota se le vio sola, porque en grandes segmentos del partido "se perdió el corazón y el fuego que movía las almas".
Critica que muchos panistas pensaron que se ganaría la elección presidencial con pura mecánica, es decir, moviendo masas y acarreando y eso, dijo, en el PAN no funciona, "nunca ganamos así".
"Se convirtió en una pura mecánica de mover masas, acarrear, de llevar, de traer, es decir, un PRI mal hecho, pues entonces esto llega a grados ya como los que se vivieron en la campaña pasada, empieza a verse una candidata sola y empieza a verse una frialdad, un desánimo, pensando que se va a ganar con pura maquinaria".
Bravo Mena, quien bajo su dirigencia le dio al panismo su primera Presidencia de la República en 2000 con Vicente Fox, reconoce que ya en el poder, en su partido se introdujeron prácticas totalmente alejadas a la esencia y valores del PAN.
Candidato del PAN en dos ocasiones a la gubernatura del Estado de México, afirma que a su partido le ocurrió lo mismo que al ciclista Lance Armstrong, quien confesó que había que ganar a como diera lugar sin importar lo que se llegara a hacer, y luego conservar el poder. "¡No señores!, se conserva siempre y cuando ofrezcas un gobierno absolutamente congruente con los valores y principios con los que naciste!".
El ex secretario particular del ex presidente Felipe Calderón Hinojosa, comenta que muchas veces no se volteó a ver a los liderazgos valiosos; se tomaba más en cuenta a quien le sabía más a las triquiñuelas de la vieja práctica priísta que se introdujeron al partido.
El también ex embajador de México ante el Vaticano dijo que el ciudadano lo soportó porque estaban en una ola donde los mexicanos primero los apoyaron, luego les toleró cosas que ya no se veían muy correctas, "hasta que nos dijo ¡basta! Tenemos que leer el mensaje. El partido va a seguir viviendo y ganando si es fiel a como lo hicimos originalmente".
Recuerda 1988 cuando con Manuel Clouthier -candidato presidencial- llenaron el Zócalo "sin pagar un sólo camión", pues movieron almas, "pero cuando ya no se mueven almas... hay que mover el camión".
También rememora el episodio del Estadio Azul, donde se le semivació el inmueble a Josefina Vázquez Mota debido a que los camiones sólo estaban rentados hasta la una de la tarde.
El PAN no está en fase terminal
Manda una alerta y argumenta que el PAN todavía tiene salvación y muchos panistas están enfocados en sacarlo adelante, pero si los que no están dispuestos a cambiar "salen avantes, entonces sí van a acabar con el PAN".
Reconoce que Acción Nacional no está en una "fase terminal", pero sí admite que está en una etapa difícil que tiene que reencontrarse con su vocación como organización de ciudadanos al servicio de éstos y son muchos los que quieren recuperar la esencia del PAN.
Acepta que la división fue uno de los factores que influyó en el fracaso en la pasada elección presidencial, por ello, llamó a una reconciliación de todo el panismo, pero no sólo de palabra.
Bravo Mena califica el proceso de depuración del partido, donde perdieron 80% de su militancia, como una gran medida, valiente y necesaria a nivel institucional. Recordó que el padrón fue inflado durante muchos años por intereses perversos, como ganar los procesos internos.
Después de seis meses de ausencia tras la derrota electoral, Bravo Mena dice: "Josefina tiene un papel importante en el partido y la estamos esperando, es necesaria en el PAN, pues ella atrajo 12 millones de votos, tiene un liderazgo y puede hacer un gran papel en la tarea y reconstrucción del partido".