lunes, 11 de junio de 2012

Se dispara la deuda per cápita de estados; Coahuila destaca

Milenio
11 junio 2012

Coahuila es el caso extremo, pues los eventuales casos de fraude y corrupción revelados año pasado dispararon la deuda de la entidad y entre enero y marzo de este año ya suma más de 36 mil 500 millones de pesos, situación que hoy pagan sus habitantes.

México. La deuda de las entidades federativas no representa una amenaza para las finanzas públicas nacionales, pero en algunas la situación se agravó, a tal grado que hoy está en entredicho el bienestar y el desarrollo de la población, afirmaron especialistas.

Coahuila es el caso extremo, pues los eventuales casos de fraude y corrupción revelados año pasado dispararon la deuda de la entidad y entre enero y marzo de este año ya suma más de 36 mil 500 millones de pesos, situación que hoy pagan sus habitantes.

En 2007, la deuda per cápita de ese estado era equivalente a 195 pesos, es decir, que a un trabajador con el salario mínimo le bastaba trabajar cuatro días para absorber la parte que le correspondía con ese compromiso financiero; sin embargo, para el primer trimestre de 2012 los pasivos por persona son de casi 13 mil pesos.

Esto significa que en la actualidad la deuda de un coahuilense con salario mínimo, tendría que trabajar 207 días para enfrentar la parte que le corresponde del pasivo total.

“La elevación de la deuda en Coahuila obligó a elevar los impuestos, derechos y servicios en esa entidad, esto con la finalidad de pagar exclusivamente para afrontar la parte de los compromisos financieros; no van a tener más para sus nuevas necesidades de infraestructura, ese rubro estará muy limitado”, aseguró el socio de la práctica legal de la firma Ernst & Young, Herbert Bettinger.

El fiscalista dijo que en términos macroeconómicos la deuda estatal no es grande, pero ya en lo particular la situación de algunas entidades puede provocar que caigan en moratoria.

“Esto va en detrimento de la población, no tienen para una nueva carretera, los recursos para programas sociales y para el sistema de seguridad van a disminuir mucho, lo que tendrá una gran afectación”, agregó el experto y asesor económico del senador priista Manlio Fabio Beltrones.

La resaca pasiva que legó el ex gobernador Humberto Moreira se tradujo en una serie de nuevas imposiciones para los habitantes, que hoy pagan derechos vehiculares, tasas más altas del impuesto sobre la nómina y otra serie de gravámenes más altos.

Pero el exceso de deuda no solo fue en la entidad del norte, sino en otras economías locales también vieron cómo se incrementó considerablemente el pasivo por persona.

Zacatecas
vio cómo en 2007 la deuda per cápita era de 98 pesos, para en el primer trimestre de 2012 rebasa 3 mil 200 pesos, es decir, un crecimiento de casi 30 veces.

Campeche
pasó de 75 a mil 229 pesos; Tamaulipas de 444 a 3 mil 346 pesos, y Nayarit de 682 a 4 mil 730 pesos, lo que las convirtió en las entidades que más acrecentaron estos niveles en los últimos cinco años.

Recientemente, el titular de la Unidad de Coordinación con Entidades Federativas, Carlos Alberto Garza, afirmó que cuando un estado se encuentra en una complicación financiera sacrifica la inversión, lo cual incide negativamente en el bienestar y desarrollo de la población de la entidad.

Para Bettinger, algunas de las entidades que pueden estar en una situación apresurada, debido a los problemas de deuda, más otros factores como la baja del turismo son Baja California y Guerrero, o Sinaloa y Chihuahua, con el conflicto de la sequía.

Con una condición más holgada se encuentran Quintana Roo, Yucatán, Veracruz, Campeche y Sonora, aseguró el especialista.

La directora del área de finanzas públicas de la firma de consultoría Aregional, Flavia Rodríguez, dijo que la reestructuración de deuda que implantó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público desde el año pasado para las entidades federativas permitió un respiro, sobre todo para aquellas que tenían compromisos financieros en el corto plazo.

Descartó que en este momento varias entidades tengan que recurrir a un mayor incremento de impuestos o de tasas sobre los ya existentes o incluso el recorte de gasto para hacer frente a los pasivos que tienen, pues ese mecanismo de reestructuración permite pagar la deuda de las entidades a plazos largos.

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