jueves, 14 de junio de 2012

Celebraron el 65 aniversario del natalicio de Carlos Montemayor

El escritor Ignacio Solares, el crítico cultural y editor de este diario Pablo Espinosa, el poeta Natalio Hernández y Raúl Flores Canelo, jefe delegacional en Coyoacán, recordaron al académico, al cantante, al defensor de los indígenas, pero sobre todo, al amigo.

Notimex
Publicado: 14/06/2012 10:48



México. Como un hombre que se encargó mucho de cómo vive la gente en la desgracia, un personaje universal que conoció muchas de la dimensiones de lo que significa ser humano pero, sobre todo, como un hombre alegre y excepcional fue recordado anoche el escritor mexicano Carlos Montemayor.
Amigos, colegas y autoridades de la Delegación Coyoacán celebraron el 65 aniversario del natalicio de este intelectual mexicano, durante una sesión en el Foro Cultural Coyoacanense, de esta ciudad.

El escritor Ignacio Solares, el crítico cultural y editor de este diario, Pablo Espinosa, el poeta Natalio Hernández y Raúl Flores Canelo, jefe delegacional en Coyoacán, recordaron al académico, al cantante, al defensor de los indígenas, pero sobre todo, al amigo.

En una especie de charla, cada uno de los potentes y público asistente protagonizaron un homenaje ameno, a veces con la propia voz en off de Montemayor, a quien se considera uno de los escritores más prolíficos que ha dado la literatura en México.

Moderados por Antonio Bravo, el escritor Ignacio Solares recordó con cariño la amistad que entabló desde su niñez con el autor de obras como “Guerra en el paraíso”, al tiempo que hizo mención de lo que significó su ciudad natal Parral, Chihuahua.

El también director de la Revista de la Universidad Nacional Autónoma de México, evocó el día en que murió el célebre intelectual y comentó que la noticia le cayó como un “mazazo”.

“Fue un amigo tan querido, tan entrañable y se fue tan pronto y muy joven, fue un golpe fuerte en mi corazón”, dijo.

Indicó que Chihuahua, fue determinante en la vida y obra de Montemayor, “fue un custodio de esa llama inapagable de nuestras lenguas indígenas, que puso especial atención a los Tarahumaras”.

Solares comentó que ambos estudiaron la preparatoria en Chihuahua y mencionó que se veían a diario para intercambiar lecturas y dudas sobre la religión.

Destacó que desde joven, Montemayor manifestó su interés en las costumbres y tradiciones tarahumaras y en especial, por la lengua, situación que lo llevó a aprender algunas palabras.

Solares añadió que el intelectual tenía curiosidad por lo marginado, lo olvidado y las voces que aparentamos no entender.

El autor de novelas como “El jefe máximo” y “El sitio”, recordó a Montemayor también como un buen cantante y un enamorado de su tierra natal: Parral.

Dijo que tanto su literatura como su poesía, iluminó y transmitió lo mejor de su tierra de la que siempre fue tan orgulloso.

Por su parte, Raúl Flores Canelo expresó su beneplácito por el homenaje, al tiempo que lo recordó como un hombre entrañable, que hablaba en pausa, en ritmo y cuyas conferencias eran “impresionantes”. Tras destacar su alegría y parte de su personalidad, el delegado dijo que Montemayor fue activista social en defensa de las comunidades indígenas y de los grupos más vulnerables del país.

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