domingo, 23 de enero de 2011

¿Y nuestros ricos?

Jean Meyer

Es un historiador mexicano de origen francés. Obtuvo la licenciatura y el grado de doctor en la Universidad de la Sorbonne.


¿Qué hacen con su dinero nuestros ricos? Impulsan la destrucción de nuestra hermosa y rica naturaleza. Me dirán que el país tiene problemas más importantes. Sí y no. Saldremos del presente capítulo de matonería mexicana, mientras que el desastre ecológico acaba definitivamente con un capital que nos sustenta y que debemos transmitir a las generaciones futuras.

En año nuevo descubrí “el paraíso” de la isla de Holbox, en el Noreste de la península de Yucatán, pequeño paraíso terriblemente amenazado por su éxito mismo. Los amigos que lo conocieron hace años son muy tristes frente al “desarrollo” turístico y a lo que viene en el horizonte. Se puede aún decir que es “una oportunidad de oro para construir un proyecto de desarrollo turístico distinto a la atroz degradación de nuestras costas y otros enclaves”. Cito a Ricardo Cayuela en su demoledor diagnóstico intitulado “Bienvenidos a la Riviera Maya” (Letras Libres, diciembre 2010, p. 112). Él pregunta: “¿Qué hemos hecho de la Riviera Maya? El horror, el hastío, el asco”.

Holbox podría salvarse si nuestros ricos decidiesen invertir de otra manera. La isla es el mayor santuario del tiburón ballena de todo el Caribe, sitio de anidación de las tortugas marinas, hábitat de cocodrilos, sitio de alimentación de la segunda colonia más importante de flamencos; grandes grupos de delfines visitan su laguna durante las épocas de apareamiento, lo cual hace que, con la Laguna de Términos, sea la única área protegida en el Sureste del país que cuenta con delfines. Por cierto, hace unos días murió un delfín atrapado en las redes de la laguna, porque ciertos pescadores infringen la prohibición de pescar con redes. Aunque es Área Natural Protegida desde 1994, increíblemente aún no cuenta con el instrumento rector de planeación y regulación, el Programa de Manejo, debido a fuertes intereses contrarios.

Las aguas de Holbox tienen una elevada riqueza en mariscos y peces gracias a sus lagunas costeras, manglares y pastos marinos. Por lo mismo, la pesca representa la actividad económica con los mayores rendimientos para las comunidades de Holbox y Chiquila. Sin embargo, se impone un cambio en los métodos de pesca para mantener la producción conservando los recursos, como parte de una estrategia integral de manejo de los recursos naturales. Teóricamente, todo esto podría lograrse, puesto que desde 1994, la zona tiene la categoría de Área Natural Protegida en la categoría de protección de Flora y Fauna. (Agradezco al biólogo Andrés Lira Jr., quien me proporcionó lo publicado en el sitio de la Conabio y su revista Biodiversitas). Un paraíso, pues.

Sabemos cómo la serpiente astuta acabó con el jardín del Edén. La serpiente llegó a Holbox antes que el huracán Wilma arruinara a sus habitantes, los cuales escucharon entonces la voz seductora: “Véndeme tu parcela y ya verás, nos irá de maravilla a los dos”. Las islas son muy vulnerables a grandes transformaciones y resulta que nuestros capitalistas, en lugar de gastar su dinero en la conservación y desarrollo ambientalmente amigable del área, tienen la devastadora idea de repetir el desastre de la Riviera Maya.

Encontré en internet un Plan Visión de la Isla de Holbox de EDSA Compañía Internacional que enumera la creación de “resorts” de Ecoturismo, hoteles condominiales, cinco complejos residenciales con calles y avenidas (¿9 mil habitaciones?), una marina, club de playa, golf y áreas comerciales. Ya hicieron una gran promoción fuera de México para la parte de la isla que compraron y que se llama la Ensenada: 25 kilómetros lineales, o sea 40 kilómetros de costa de manglares y humedales, con playas vírgenes. Vírgenes que dejarán de serlo si logran realizar sus proyectos. Parece que hay otras dos propuestas en el mismo sentido. Como no hay agua ni población para atender a tanto turismo, existe otro proyecto enfrente de la isla, en la zona de Chiquila y el Ángel, el de Ciudad Conil: ya están comprando gran cantidad de hectáreas a los ejidatarios. En cuanto a este último proyecto, no confirmado, no he encontrado documentos, porque todo se maneja con suma discreción. Hace un año, en Milenio, Jeannette Acosta publicó unas entrevistas que hizo a los empresarios y sus abogados.

Hay abogados en medio porque (Unomásuno Quintana Roo del 24 de octubre 2010) hay “despojo en Holbox” y los ejidatarios se han quejado del contrato “irrevocable” de Fideicomiso para la Promoción y Desarrollo Sustentable de Holbox. Por lo pronto, un amparo ha parado los grandes proyectos del falsamente llamado Ecoturismo, pero el futuro se ve muy negro. ¡Lástima que nuestros ricos no sigan el ejemplo de los magnates estadounidenses que tuvieron un papel decisivo en la fundación y conservación de los grandes parques nacionales de EU!

jean.meyer@cide.edu

Profesor investigador del CIDE

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