martes, 14 de diciembre de 2010

A la caza de Julian Assange»

La libertad bajo fianza de Assange, pendiente del recurso presentado por Suecia

La Fiscalía apela, en representación de las autoridades suecas, contra la decisión judicial que permite al fundador de Wikileaks salir de la cárcel bajo estrictas condiciones.- El ex 'hacker' australiano puede quedarse en prisión hasta 48 horas más, el plazo en el que el juez debe ver la apelación

EL PAIS / AGENCIAS - Madrid / Londres - 14/12/2010


Un juez del tribunal de Westminster ha concedido hoy la libertad bajo fianza al fundador de Wikileaks, Julian Assange. Sus abogados han ofrecido facilitar una dirección permanente en Reino Unido de su defendido para que esté localizable y el magistrado ha aceptado a cambio de unas estrictas condiciones que incluyen, entre otras medidas, una fianza de 285.000 euros (incluidos dos avales) y un toque de queda. Pese a la decisión judicial, el ex hacker australiano ha regresado a prisión, donde podría permanecer hasta 48 horas después de que la Fiscalía haya recurrido la decisión a petición de Suecia, país que reclama a Assange por presuntos delitos sexuales.

A cambio de su libertad, el fundador de Wikileaks deberá depositar 200.000 libras (unos 235.000 euros) en metálico -cantidad que según uno de sus abogados, Mark Stephens, podría llevarle varios días reunir- y presentar dos avales de 20.000 libras cada uno (23.000 euros). También tendrá que entregar su pasaporte, se le aplicará un toque de queda y deberá llevar un dispositivo electrónico de localización. Además, deberá dar un parte de su situación a la comisaría cada día a las seis de la tarde. El próximo 11 de enero deberá volver a presentarse ante el tribunal para declarar en relación con su posible extradición a Suecia.

Assange ha llegado al juzgado londinense de Westminster poco después de las dos de la tarde (una hora más en la España peninsular) en un furgón policial que le ha trasladado desde la cárcel de Wandsworth, donde ingresó hace una semana después de que Suecia pidiera su detención y extradición para interrogarle acerca de las acusaciones de violación y acoso sexual presentadas por dos mujeres. Tras pasar unas horas en el juzgado, la policía le ha trasladado de nuevo a prisión a la espera del posible recurso. La expectación que ha levantado todo el proceso mantiene al Ejecutivo británico en alerta ante la posibilidad de que los ciberactivistas defensores de Assange ataquen las webs gubernamentales.

Gran expectación

A las puertas del juzgado se han congregado cerca de un centenar de activistas con pancartas que piden la libertad del australiano, la retirada de Afganistán o simplemente "verdad", informa Joseba Elola. "Esto no es 1984", decía una de las pancartas más inquietantes a propósito de la obra de George Orwell. No se ha registrado ningún altercado aunque dos personas sí han obligado a los policías presentes a ponerse en actividad cuando han lanzado cientos de papeles con copias de los cables del Departamento de Estado publicados por Wikileaks. Los agentes se ha apresurado a recogerlos para dejar limpia la entrada a los tribunales.

Los numerosos medios que esperaban en la entrada del juzgado -una presencia todavía superior a la de los activistas con unas 120 personas entre periodistas, cámaras y fotógrafos- han podido ver la llegada de la madre del detenido, Christine, y de varios rostros conocidos. Entre otros, el cineasta Ken Loach, la modelo Bianca Jagger, el escritor y periodista John Pilger o la conocida militante progresista Jemima Khan. Algunos de ellos se han ofrecido para ayudar personalmente a Assange a pagar la fianza.

Denegada la primera petición

Assange se entregó en una comisaría de Londres el pasado día 7. El tribunal de Westminster le denegó la fianza al apreciar riesgo de fuga, por lo que se encuentra desde entonces en la cárcel de Wandsworth, donde está aislado del resto de presos por el revuelo que ha levantado su presencia. El fundador de la web que filtró 250.000 documentos de la diplomacia estadounidense teme que su detención sea un paso previo para ser extraditado a EE UU.

El fundador de Wikileaks ha asegurado que es inocente de los cargos, que calfica como "trucos sucios" en respuesta a las filtraciones de su organización. Sin embargo, la Fiscalía sueca niega que ambos asuntos estén relacionados. Assange ha admitido que mantuvo relaciones sexuales, aunque consentidas, con las dos mujeres denunciantes, ambas voluntarias de Wikileaks, durante un viaje a Suecia en agosto. Las jóvenes dicen que las relaciones dejaron de ser voluntarias al darse cuenta de que Assange no tenía preservativos.

"Convicciones inalterables"

Desde prisión, Assange ha transmitido a través de una conversación telefónica con su madre, un comunicado que se ha hecho público en el Canal Siete australiano. "Mis convicciones permanecen inalterables. Yo continúo fiel a mis ideales. Estas circunstancias no me harán cambiar. Si algo ha conseguido este proceso es reforzar mi determinación en la verdad", ha manifestado el fundador de Wikileaks.

"Ahora sabemos que Visa, MasterCard, PayPal y otras son instrumentos de la política exterior de Estados Unidos. Es algo nuevo", ha señalado. La acusación de Assange se produce después de que estas empresas y otras como Amazon rompiesen sus vínculos con Wikileaks o congelaran las transacciones en Internet con las que se financia la organización, bajo argumentos como que desarrollaba actividades ilegales.

Ciberataques

Durante la última semana, Internet ha sido el escenario de una ofensiva de partidarios de Assange, promovido por un grupo llamado Anonymous, que han lanzado ataques para bloquear las páginas de las empresas que consideran enemigas de Wikileaks.

El último mensaje del australiano parece un acicate para los ciberactivistas. "Hago un llamamiento a todo el mundo para que se proteja mi trabajo y a mi gente de estos ataques ilegales e inmorales", ha indicado Assange.

Peter Ricketts, el consejero de seguridad nacional del primer ministro, David Cameron, ha puesto al Gobierno en alerta ante la posibilidad de que las páginas gubernamentales sufran ataques por partidarios del fundador de Wikileaks, según The Guardian.

Un portavoz de Downing Street dijo ayer que la prioridad sería mantener la seguridad en "las páginas que gestionan información que pertenece al público", ante el temor de que los ataques se dirijan contra los servicios de Hacienda o del Departamento de Empleo y Pensiones.

En contraposición, las manifestaciones convocadas hasta ahora en las calles de distintas ciudades han tenido un seguimiento mucho menor que las acciones en la web. El sábado, unas 50 personas se concentraron ante la Embajada estadounidense en Londres, y unos pocos cientos en Madrid, Barcelona o Valencia. Para hoy se ha convocado una protesta ante el tribunal londinense donde comparecerá Assange.

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