martes, 3 de agosto de 2010

La violencia desata crisis en el periodismo mexicano

Alberto Nájar

BBC Mundo, México

Periodistas con miedo a salir de casa, redacciones de diarios evacuadas por amenazas de bomba, reporteros que adelantaron sus vacaciones para salir de las zonas en conflicto...

Es el panorama que viven periodistas de algunas ciudades de México, después del reciente secuestro y liberación de cuatro comunicadores en Durango, al norte del país.

Los secuestradores exigieron a dos cadenas de televisión que difundieran videos con mensajes contra grupos rivales, y para obligarlas a cumplir retuvieron a un par de camarógrafos como rehenes durante algunos días.

Es algo que nunca había sucedido en México, a pesar de la violencia que desde hace varios años existe contra periodistas en el país, reconocieron especialistas.

Los carteles de narcotráfico han tratado de utilizar a los medios de comunicación para amenazar a sus contrincantes o intimidar a la policía, explicó Raúl Trejo Delarbre, presidente de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (AMEDI).

"Estamos en una situación de extrema gravedad desde hace tiempo, y los medios de comunicación no han querido hacerse cargo de este cambio", dijo en conversación con BBC Mundo.

Temor

Los camarógrafos permanecieron secuestrados durante cinco días en Gómez Palacio, Durango, hasta su rescate por la Policía Federal.

Estamos en una situación de extrema gravedad desde hace tiempo, y los medios de comunicación no han querido hacerse cargo de este cambio

Raúl Trejo, presidente de la AMEDI

El plagio causó temor entre periodistas de zonas que han sufrido violencia por el narcotráfico. Algunos diarios de Chihuahua, por ejemplo, recibieron amenazas de ataques con explosivos.

En la región de La Laguna, donde se ubica Gómez Palacio, fueron pocos los reporteros que salieron de sus casas para laborar, e incluso algunos adelantaron sus vacaciones para salir de la zona.

BBC Mundo contactó a periodistas de dos estados en el norte y oeste del país, pero ninguno accedió a ofrecer su testimonio.

"Hay mucha psicosis, la gente no sabe en quién confiar. A algunos les mataron a sus compañeros", dijo una periodista de Ciudad Juárez, considerada la población más violenta de México.

En estas regiones las amenazas y ataques a periodistas y medios han sido frecuentes, pero jamás había ocurrido un secuestro para obligar a difundir mensajes de narcotraficantes, apuntó Trejo Delarbre.

Autoprotección
El nuevo clima de violencia reabrió la discusión sobre los protocolos de seguridad que deben seguir los medios mexicanos en adelante, sobre todo por el riesgo que aumenten las agresiones.

Según fuentes oficiales, una veintena de periodistas han sido asesinados desde 2006 en México.
Desde 2006 algunos diarios han tratado de establecer esfuerzos comunes para la cobertura de narcotráfico, como ocurrió en Colombia en la década pasada.

Hasta ahora las iniciativas no han prosperado. Una veintena de periodistas han sido asesinados desde entonces y otros once están desaparecidos, según la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).

El reciente plagio de comunicadores es una nueva oportunidad para avanzar en esa dirección, le dijo a BBC Mundo el especialista Rubén Aguilar, profesor de la Universidad Iberoamericana.

"Es un momento difícil, la prensa está amenazada. Pero también es la oportunidad de concertar códigos y protocolos compartidos para tratar la violencia del crimen organizado", explicó.

Por lo pronto, organizaciones de periodistas iniciaron acciones para tratar de protegerse.

Algunas convocaron a una marcha de protesta, mientras que otros comunicadores invitan a una reflexión colectiva para superar la falta de unidad que sostienen existe entre los medios mexicanos.

El debate gira en torno a la necesidad de que las autoridades investiguen las muertes y agresiones a periodistas. La CNDH ha dicho que la impunidad en estos casos fomenta la violencia contra los comunicadores.

No hay comentarios: