lunes, 24 de agosto de 2009

Esta recesión, la peor en el país desde la gran depresión: CEESP

Empeoraron condiciones previas a la crisis, lo que impedirá una recuperación vigorosa

*Consideró que el nuevo Congreso no debe aprobar “reformas populistas”
*El shock financiero resultará en menor nivel de inversión pública si no se aprueba una reforma fiscal integral, afirma

Erika Duarte

La actual recesión está encaminada a ser la peor experimentada por México desde la gran depresión, afirmó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP). Advirtió que algo muy preocupante –además de la fuerte contracción productiva y del deterioro en las condiciones de vida de muchos mexicanos– es que las condiciones previas a la crisis han empeorado, lo que impedirá que la recuperación sea vigorosa.

En línea con la Secretaría de Hacienda, en su análisis semanal el CEESP consideró que la economía tocó fondo en el periodo abril-junio para perfilarse hacia un repunte en la segunda mitad del año, pero afirmó que para elevar el crecimiento de la economía se requiere profundizar las reformas estructurales y no truncarlas. Consideró que será responsabilidad del nuevo Congreso “no aprobar reformas populistas que impidan desplegar el potencial de crecimiento de México”.

El organismo dependiente del Consejo Coordinador Empresarial señaló que aun cuando se presenta “la esperanza de que la economía abandone la recesión en el tercer trimestre”, descartó que en adelante se observe una recuperación inmediata, toda vez que persiste la dependencia de las importaciones de Estados Unidos, pues una quinta parte de la economía está ligada a la producción manufacturera de exportación.

Bajo el actual contexto se prevé que los consumidores de ese país serán más cautelosos en sus gastos a futuro, lo que implica que el vecino del norte comprará menos productos en comparación con años anteriores.

Por otra parte, apuntó, la inestabilidad de las bases de tributación del sistema fiscal implica un faltante de 300 mil millones de pesos para el próximo año, como señaló recientemente el secretario de Hacienda, “por lo que el shock financiero resultará en un menor nivel de inversión pública, si no se aprueba una reforma fiscal integral en el próximo periodo de sesiones del Congreso”, planteó.

“El boquete fiscal responde en parte a que la producción petrolera del principal pozo del país continuará en descenso, a un ritmo mayor al anticipado, lo que junto con precios menores a los de 2008 también contribuirán a que el repunte sea débil.

“México no tendrá una recuperación inercial rápida, como en los años siguientes a la crisis de finales de 1994. Por ello es esencial que el debate se centre en los cambios profundos que requieren conjuntamente la economía y el sistema político-jurídico, y que debieron instrumentarse años atrás, y no en propuestas de emergencia, que no tendrán efectos visibles en la recuperación económica que ya muy probablemente inició”.

El CEESP apuntó que el dilema económico consiste en cómo alcanzar un crecimiento elevado y sostenido, que mejore el nivel de vida en general, y advirtió que sin incrementar el empleo y la productividad de la mano de obra no se alcanzará.

“Aunque es necesario revisar los resultados de algunas políticas públicas y su impacto en el crecimiento, la crisis ha puesto de manifiesto que consolidar los cambios estructurales es esencial para elevar el crecimiento potencial de la economía”, dijo el organismo. Hizo énfasis en que “existe el riesgo de que los cambios que sean aprobados obstaculicen más el crecimiento y el mejoramiento en los niveles de vida. En el momento actual será responsabilidad del nuevo Congreso no aprobar reformas populistas que impidan desplegar el potencial de crecimiento de México”, concluyó.

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