jueves, 30 de abril de 2009

Oaxaqueña de 38 años, la primera víctima fatal de la epidemia

Adela Gutiérrez tenía una neumonía atípica; los análisis mostraron que la atacaba un organismo desconocido.

Afp
Publicado: 30/04/2009 13:30

Oaxaca, Oax. Adela María Gutiérrez Cruz falleció a los 38 años el 13 de abril pasado en Oaxaca sin saber que la había atacado un nuevo virus, el de la gripe A (H1N1), que ahora se expande por el mundo. Fue internada cuatro días antes en el Hospital General Aurelio Valdivierso “con un cuadro grave de neumonía atípica”.

El director del hospital, Jesús Manuel Salcedo Cruz, dijo que la mujer falleció porque la neumonía se le complicó con un cuadro de diabetes, “pero como su caso era sui generis, se le hicieron exámenes de laboratorio y se detectó un coronavirus distinto al de la influenza estacionaria, por lo que se informó a la Secretaría de Salud y se lanzó el alerta”.

Los médicos oaxaqueños que atendieron a Adela María supieron el 23 de abril que se trataba del virus que provoca la gripe porcina, cuando laboratorios de Canadá y Estados Unidos lo confirmaron.

José Luis, esposo de Adela María, se niega a hablar con la prensa sobre el caso. “La Secretaría de Salud tiene su versión y eso ha estado informando, a ellos vayan a preguntarle”, dijo el hombre y cerró la puerta de su casa en la colonia Santa Cecilia, a cinco kilómetros al sur de la ciudad de Oaxaca.

En la fila uno, cuadro C, del Panteón Jardín, en la localidad de San Andrés Huayapan, se encuentra la fosa donde fue inhumada Adela María alrededor de las 17 horas del 14 de abril.

La mujer murió dos días antes en el Hospital Civil. “Nos enteramos que la habían hospitalizado por una gripe mal cuidada, pero que allí la aislaron, incluso a sus familiares no les permitían verla”, dijo una vecina de la calle San Valentín.

“La enterraron rápido, llegó a la funeraria La Providencia, en la ciudad de Oaxaca, a las tres de la mañana del día 14 de abril, como a las tres de ese día la trajeron a su casa para que un sacerdote oficiara una misa y después de las cuatro de la tarde nos fuimos a enterrarla, todo fue rápido”, dijo otro vecino.

Al sepelio de Adela María fueron más de 300 personas, “muchos de la colonia, sus familiares que vinieron del Distrito Federal y de pueblos como Natividad y Capulalpan”, ubicados en la Sierra Norte de Oaxaca.

Adela María, madre de dos mujeres y un varón, era una persona muy querida en la colonia Santa Cecilia. “En las tardes ayudaba a su hija a dar el catecismo, por eso fuimos muchos a enterrarla”, señaló.

Sobre las medidas preventivas para evitar contagiarse de la gripe porcina los vecinos que convivieron con la víctima no saben nada.

El presidente de la colonia Santa Cecilia, Javier Hernández García, informó que se enteró de la causa del deceso el martes pasado, pero por la televisión.

“Los integrantes del comité directivo de la colonia somos el enlace con las autoridades de salud para cualquier acción sanitaria, pero en esta ocasión no nos han contactado, ahora que sabemos del problema iremos a buscarlas para que nos digan qué hacer”, dijo.

En tanto, residentes cercanos a la casa de Adela María manifestaron su inconformidad porque el personal de la Secretaría de Salud “sólo vino un día, después que se enterró la señora, y nos preguntaron cuántos vivíamos en esta casa y nuestras edades, pero no regresaron”.

Los que viven cerca de la casa de Adela María sólo se han enterado de las medidas preventivas por medio de la radio y televisión, mientras que el secretario de Salud en Oaxaca declaró que “se está monitoreando a 92 familias vecinas y todas están bien”.

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